Amantes del picante, esta receta os va encantar. Y si no te gusta el picante, va a hacer que te aficiones también… ¡sigue leyendo!
Y es que este pollo picante te va a encantar aunque no suelas comer picante porque reúne todos los sabores posibles: dulce, ácido, salado, picante, afrutado y muchos más matices que le aportan las especias que componen nuestras especias japonesas.
Y solo necesitas:
- solomillos de pollo o pavo
- aceite de oliva virgen extra
- el zumo de medio limón
- salsa de soja
- vinagre balsámico
- especias japonesas
Primero adobamos la carne con aceite de oliva, zumo de limón, salsa de soja, vinagre balsámico para darle un toque dulce y nuestras especias japonesas. Removemos y dejamos reposar en el frigorífico unas horas para que coja bien el sabor.
Luego, simplemente cocínalo en el wok a fuego fuerte ¡y listo! Nosotros hemos acompañado la carne con sémola de cuscús, que siempre condimentamos con ras el hanout.
Sal no hace falta porque la salsa de soja ya la tiene (aunque la que usamos es baja en sal).
¡Ya veis que a Mario le ha dejado sin palabras! ¿Y a ti? ¿Te animas a prepararlo en casa? ¡Cuéntamelo en comentarios y por Instagram! ❤️
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