Me encantan las alitas de pollo adobadas, ¡son adictivas! En esta receta te enseño cómo prepararlas de una manera muy fácil y te prometo que están súper sabrosas.
El adobo que he usado para estas alitas de pollo adobadas es el típico que usamos en Andalucía para aliñar el cazón en adobo. Es una mezcla de especias que caza muy bien tanto con el pescado como con la carne y siempre le gusta mucho a todo el mundo. Y aunque las alitas no son mi parte favorita del pollo, de esta forma quedan súper sabrosas, así tan doraditas que al morderlas crujen y te pones todas las manos pringadas de la salsita, ay qué cosa más rica.
Los ingredientes que necesitas son:
- 1 kilo de alitas de pollo
- aceite de oliva
- el zumo de 2 limones (o vinagre)
- agua
- 2cs de pimentón dulce
- 1cs de orégano
- 1cs de comino molido
- ½ cp de pimienta blanca molida y sal
- También le puedes añadir para que quede perfecto: cebolla molida, cayena molida y ajo en polvo
Preparamos el adobo en un bol mezclando todos los ingredientes y remueves para que se diluyan bien las especias. Lo vertemos por encima del pollo y añadimos agua hasta casi cubrirlo. Dejamos macerando en el frigorífico unas horas. El recipiente si está cerrado es mucho mejor.
Cuando lo vayamos a preparar precalentamos el horno a 200 grados y dejamos que se cocinen las alitas hasta verlas tostadas prácticamente. La gracia de comer alitas es precisamente esa, que estén tan crujientes que crujan al morderlas. Si quieres que te queden jugosas, añade a la bandeja también el líquido del adobo.
Como guarnición he preparado un arroz basmati con semillas de anís. Siempre lo preparo con semillas de comino porque es como más me gusta, pero hoy se me antojó prepararlo así para variar.
Si el arroz lo bañas con un poco de la salsa está que te mueres y para mi gusto es el acompañamiento perfecto para este plato.
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