Una amiga con familia alemana me ha dado esta genial receta, que desconocía, para que la pruebe ya que ella la prepara en épocas de frío y le encanta. Allí en Alemania, aunque también en Suiza, Francia y otros países del Norte, es muy común y ayuda a combatir el frío típico de estas fechas. Continue Reading
Nuez Moscada
Mermelada de limón y especias
Tengo en casa un saco con unos 5 kg de limones (del limonero de mi madre) y tengo que darles utilidad, así que he preparado una mermelada de limón para empezar. Es un tipo de mermelada que además no encuentras en los supermercados y no entiendo por qué si está buenísima. La diferencia con otras mermeladas es que hay que añadirle más azúcar de lo normal porque el limón es muy ácido y se tiene que equilibrar, pero por lo demás igual. Le he añadido además un conjunto de especias dulces para darle sabor y hacerla más especial. Os cuento cómo lo he hecho:
¿Qué necesitamos?
- 500 g de limones pelados (limpios de lo blanco y las semillas).
- 500 g de azúcar.
- La ralladura de un limón.
- Especias: 1 trocito pequeño de canela, ½ cucharadita de jengibre en polvo, una pizca de nuez moscada, las semillas de 2 vainas de cardamomo y 1 clavo.
¿Cómo se hace?
Yo he usado la thermomix pero se puede hacer de forma tradicional y es muy fácil también.
- Lo metemos todo dentro de la thermomix y programamos 45 minutos ,100 grados, velocidad 2. Con el cubilete quitado para que se evapore el agua.
- Dejamos que se enfríe un poco y después trituramos 1 minuto a velocidad 5. Ya está.
- De forma tradicional serían también 45 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se pegue, y después triturar con la batidora.
Si la mermelada te parece ácida le puedes añadir más azúcar, o si la prefieres más fuerte le puedes añadir más ralladura de limón.
Yo usé canela en rama porque me gusta ver los trocitos, pero si prefieres una mermelada más fina la puedes echar directamente canela en polvo.
¡El que no hace mermelada casera es porque no sabe lo fácil que es!
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Lasaña de carne del puchero
Siempre que hago caldo del puchero preparo croquetas con la carne que me sobra o sándwich de pollo, pero hoy he querido aprovecharlo de manera diferente preparando esta lasaña. La elaboración de la masa es prácticamente igual que el de las croquetas del puchero pero lo único que varia es el uso de la pasta especial para lasañas en vez del rebosado típico de las croquetas, pero saben igual de ricas las dos y es otra manera diferente de preparar lasaña. Te cuento cómo lo he hecho:
¿Qué necesitamos?
- La carne desmenuzada del puchero (pollo, cerdo y ternera).
- El caldo de pollo (1 litro aproximadamente).
- Harina de trigo.
- 2 cucharadas de mantequilla.
- 1 cebolla.
- Especias: nuez moscada y pimienta negra recién molida.
¿Cómo se hace?
- Sofreímos una cebolla, cortada en trozos muy pequeñitos, en un poco de aceite de oliva.
- Cuando esté transparente añadimos la carne desmenuzada, sal pimentamos (muy poca sal porque el caldo del puchero ya es salado) y removemos.
- Cuando haya cogido un poco de color apartamos del fuego y reservamos.
En otra sartén calentamos la mantequilla y le añadimos la harina para cocinarla un poco.
- Cuando se haya formado un pasta la apartamos del fuego y esperamos un poco a que se enfríe. A continuación le añadimos el caldo de pollo y removemos. Al hacerlo en frío será mas difícil que nos queden grumos.
Cuando lo tengamos todo bien mezclado le añadimos el sofrito con la carne y la nuez moscada. Removemos y apartamos.
- Por último cocemos la pasta de la lasaña (tal como nos dice la indicación del fabricante) y la dejamos reposar unos segundos.
Untamos con mantequilla el recipiente del horno (para que no se pegue) y vamos montando las capas de pasta y masa hasta terminar con alguna de las dos (a mi me sobraron algunas láminas de lasaña y preparé con ellos unos canelones buenísimos).
Para terminar rallamos queso (yo he usado emmental) y lo espolvoreamos por encima y a gratinar unos minutos al horno para que quede doradito y en su punto.
Aquí tienes una idea más para aprovechar los restos del cocido, o podrías preparar canelones también.
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Lomo relleno al horno
Si aún no te has decido por qué plato preparar para estas fiestas te animo a hacer este lomo relleno. Es un poco más laborioso que la carne mechada, pero una vez que lo terminas y lo comes te das cuenta que ha merecido la pena el esfuerzo. Es un plato típico de Navidad y de esas recetas que todos te felicitan cuando lo prueban.
El relleno lo puedes hacer de lo que más te guste pero la combinación que he usado la he probado alguna vez y es de las que más me han gustado. La salsa es la básica de cebolla y zanahoria, pero con la potencia del sabor de varias especias especiales para carnes. Te cuento cómo se hace:
¿Qué necesitamos?
- 1,5 kg de cinta de lomo de cerdo.
- Para el relleno: jamón en lonchas, 3 huevos, dátiles sin hueso y almendras.
- Para la salsa: 2 cebollas grandes y 2 zanahorias.
- Harina de trigo.
- 1 limón.
- Aceite de oliva.
- Un chorreón de vino blanco.
- 1 vaso de agua.
- Especias: condimento para ternera, unas bayas de enebro, 2 clavos, 2 hojas de laurel, una pizca de nuez moscada, pimienta negra recién molida y 1 cucharada de preparado para caldo de pollo.
¿Cómo se hace?
- Pedimos al carnicero que nos abra la carne en una lámina para poder rellenarla.
- Si no nos la han limpiado de la grasa le quitamos el exceso (al menos yo lo hago porque me gusta la carne más bien sequita).
Le agregamos el zumo del limón, le espolvoreamos el condimento para ternera (que lleva las especias molidas perejil, pimienta, ajo y nuez moscada), le añadimos sal y lo enrollamos en papel film. Lo dejamos macerando en el frigorífico una media hora.
- Ponemos a cocer los 3 huevos.
Cortamos las cebollas y zanahorias y las sofreímos en aceite de oliva. Cuando estén blanditas le añadimos las especias (laurel, enebro, clavos, nuez moscada, pimienta y sal) y cuando hayan cogido color le agregamos el vino blanco.
- Esperamos a que reduzca el alcohol y a continuación diluimos la cucharada de caldo de pollo en un vaso de agua y se lo agregamos al sofrito.
- Raspamos bien el fondo de la sartén para que se libere todo el sabor y a continuación lo vertemos todo en el recipiente del horno dónde vayamos a cocinar la carne.
- Precalentamos el horno a 200 grados.
Sacamos la carne del frigorífico y ponemos la cara fea de la carne (la que tiene la grasa) hacia arriba y vamos poniendo encima los ingredientes del relleno: jamón, almendras picaditas, dátiles cortados en láminas finas y los huevos cocidos y laminados también.
- Enrollamos la carne en forma de rulo y la metemos en el congelador un rato para que se endurezca y sea más fácil ponerle la malla. A mí me la han dado en la carnicería, pero también podría valer una cuerda (válida para la alimentación).
Una vez que se haya endurecido la carne le ponemos la malla y la enharinamos un poco para proceder a sellarla por todos lados en la sartén a fuego fuerte. Cuando la tengamos doradita la ponemos en la bandeja y la regamos con el líquido que teníamos del sofrito.
- Metemos la bandeja en el horno y programamos 1 hora y media a 200 grados y con ventilador.
Cada media hora más o menos abrimos y regamos la carne con el jugo. También le damos la vuelta dos o tres veces para que esté bien cocinada por todos lados.
- Cuando esté la carne preparada sacamos la bandeja del horno y trituramos las verduras. Ya tenemos lista la salsa.
- La carne la metemos en el frigorífico (si es por un día mejor) y ésto ayudará a que se endurezca para poder cortarla en finas lonchas.
Cuando vayamos a comerla le quitamos la malla y le damos un toque de calor en la sartén por todos lados, o también podemos comérnosla fría ya que está buena de todas las maneras. Y si aún no te has decidido ¡pruébalo! y luego me cuentas.
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Arroz con pollo de la abuela
Me encanta esta receta de arroz. Siempre hemos dicho en la familia que es el plato estrella de mi madre, lo haga cómo lo haga siempre le sale bueno. Es la receta de la abuela, pero en vez de pimientos verdes para freír hemos usado los rojos de asar, y en vez de colorante artificial hemos usado cúrcuma (la he conseguido convencer para que la use todos los días), pero el resultado es el mismo: impresionantemente bueno. Os cuento cómo lo hacemos:
¿Que necesitamos?
- 6 puñados de arroz.
- 1/2 kilo de pechuga de pollo.
- Agua.
- Aceite de oliva.
- 1/4 de vaso de vino blanco.
- Verduras: 1 tomate pequeño, 1 cebolla, 3 zanahorias y un trozo de pimiento rojo (más o menos 1/3).
- Especias: 2 hojas de laurel, 1 cucharadita de tomillo, 1/4 cucharadita de nuez moscada, 1 cucharadita de cúrcuma, 3 hebras de azafrán, pimienta negra recién molida y sal.
¿Cómo se hace?
- Lavamos y cortamos las verduras en daditos.
- Freímos la cebolla primero en un poco de aceite de oliva y a continuación le añadimos las zanahorias, el pimiento y por último el tomate.
Cuando las verduras estén pochaditas le añadimos el pollo troceado y las especias.
- A fuego alto removemos para sellar la carne por fuera y cuando esté doradita le añadimos el vino blanco y removemos.
- Cuando haya reducido el vino le echamos agua hasta cubrir la carne y esperamos a que hierva unos 5 minutos.
Pasado ese tiempo, le echamos el arroz y bajamos el fuego a la mitad. Esperamos unos 15 o 20 minutos (depende del arroz) y ya lo tienes listo.
Cuando lo tengo servido en el plato siempre le añado un chorreoncito de limón. Hay gente que dice que eso es una ofensa para el cocinero porque enmascara todo el sabor, pero a mi me parece que no, que está más rico así y más fresco. ¡Pruébalo tú y me lo cuentas!
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Papas guisadas con carne
Papas guisadas, patatas guisadas, o “papas guisá” cómo decimos por Andalucía. Os voy a contar cómo hago yo las papas guisadas con carne. No tiene nada que ver con las que hace mi familia, porque a medida que voy aprendiendo cómo combinan las especias y me familiarizo con ellas voy sabiendo que le pega y me salen unos platos riquísimos y con mucho sabor (y sin apenas sal). Este plato le gusta a todo el mundo y siempre sale bien, así que ¡adelante!:
¿Qué necesitamos?
- 5 o 6 patatas.
- Verduras: tomate, zanahorias, cebolla, pimientos rojo y verde, calabacín. Las cantidades varían según lo que tenga en el frigorífico, pero siempre sale bien.
- 1 kilo de carne de cerdo o ternera troceado.
- Aceite de oliva.
- Agua.
- 1/2 vaso de vino blanco.
- Especias: 1 hoja de laurel, 1 cucharadita de cúrcuma, 1 cucharadita de comino molido, 1 cucharadita de semillas de cilantro molido, pimienta negra recién molida, 1/4 de cucharadita de nuez moscada, 1 cucharadita de tomillo y sal.
¿Cómo se hace?
Pelamos las patatas, las cortamos en dados grandes, las lavamos y reservamos.
- Lavamos las verduras, las cortamos y las sofreímos en aceite de oliva. Cuando estén blanditas les añadimos todas las especias, la sal y removemos.
- Añadimos el vino blanco y esperamos a que reduzca. Cuando apenas haya caldo sacamos las verduras y las trituramos con la batidora (menos la hoja de laurel que la guardamos para luego).
En el mismo aceite de las verduras “sellamos la carne” a fuego alto y a continuación le añadimos el sofrito triturado, el laurel, las patatas y un litro de agua aproximadamente (lo necesario para cubrirlo todo). Tapamos la olla exprés y dejamos cocinar por unos 25-30 minutos, contados a partir de que empiece la ebullición.
- Pasado ese tiempo las apartamos y le retiramos el vapor del interior. Probamos y rectificamos la sal si fuera necesario. No es conveniente removerlas porque se rompen, y lo chulo es verlas enteras. Ya las tienes listas.
Mucha gente usa colorante alimentario en vez de cúrcuma, pero eso es porque no conocen los beneficios que aporta la cúrcuma. Aparte de que colorea igual los alimentos, es mucho mejor porque es un producto natural, es la raíz de una planta y tiene la cualidad más importante de ser anticancerígena, todos deberíamos tomarla todos los días nada más que por eso. Además es antibacteriana, antiinflamatoria y adelgaza. Cada vez se descubren más propiedades de esta especia y es muy aconsejable su uso, tanto interno como externo. Yo desde que la conozco la uso bastante, y la verdad es que me encanta.
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Samosas de frutos secos
Las samosas o samsas de frutos secos son una delicatessen muy típica de los países árabes. En Túnez siempre acompañan a un té moruno y se sirven frías como postre o merienda. Ahora me he dado cuenta de dónde proceden nuestras recetas de polvorones o mantecados navideños, saben exactamente al relleno de estos dulces. Os cuento cómo se hacen:
¿Qué necesitamos?
- 150 g de almendras.
- 150 g de nueces.
- 150 g de anacardos.
- 3 cucharadas de agua de azahar.
- 100 g de azúcar glass.
- Mantequilla sin sal.
- 2 claras de huevo.
- Pasta brick.
- Especias: 1/2 cucharadita de nuez moscada, 1/4 de cucharadita de clavo y 1 cucharadita de canela.
¿Cómo se hacen?
Tostamos (si los hemos comprado crudos) y trituramos los frutos secos hasta reducirlos a polvo y le añadimos las especias, el azúcar glass y el agua de azahar. Amasamos hasta que la pasta quede homogénea y uniforme.
- Cortamos las láminas brick en tiras de unos 7 cms (aunque yo las he hecho de diferentes tamaños) y las rellenamos con una cucharada o cucharadita de la masa (según lo que quepa).
Doblamos la tira por encima de la pasta a derecha y a izquierda hasta formar un triángulo y dejamos uno de los extremos sin doblar.
- Con un pincel untamos el extremo no doblado de clara de huevo y a continuación la pegamos en el triángulo, metiéndola en el hueco que deja la envoltura (ver foto).
Las ponemos en una bandeja para el horno y le untamos por encima un poco de mantequilla con el pincel. Las horneamos durante 10 minutos a 180º.
- Cuando estén listas las dejamos que se enfríen a temperatura ambiente y ya están listas para comer.
Aunque el tamaño de estos pastelitos son de unos 7 cms de largo yo prefiero hacerlos más pequeños, aunque son más trabajosos, pero me resulta más apetecible comérmelo de un bocado, y al morderlo sentir el crujiente de la masa horneada y el sabor intenso de los frutos secos con las especias y el agua de azahar.
Es un pastelito que te embriaga y te transporta al mundo árabe si cierras por un momento los ojos. Y si te gusta el té lo puedes tomar con un té moruno, para hacer más auténtica la experiencia, o con un café pakistaní, los dos serán un acompañamiento perfecto.
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Albóndigas caseras con sabor a tradición
Hoy vamos a hacer albóndigas desde el principio, normalmente las compro ya hechas pero hoy vamos a probarlas con nuestro preparado de albóndigas para ver que tal están, aunque por como huelen las especias, y sabiendo que la carne que he comprado es fresca y limpia de grasas, deben salir siempre mejor que las compradas ya elaboradas. Os contamos cómo la hemos hecho:
¿Qué necesitamos?
- 1 kilo de carne de pollo (yo he comprado la carne del churrasco del pollo, que es más jugosa que las pechugas).
- 2 huevos.
- 1 vaso de pan rallado.
- Verduras: 8 zanahorias medianas, 3 cebollas y un puñado de guisantes.
- 1/2 vaso de vino blanco.
- 3 vasos de agua.
- Aceite de oliva.
- Especias: 30 gramos de Condimento de albóndigas, 1 hoja de laurel, 1 cucharadita de culantro, 2 clavos, la punta de una cucharadita de nuez moscada, 1 cucharadita de comino molido, 1 cucharadita de tomillo y sal.
¿Cómo se hace?
Para hacer las albóndigas mezclamos en un bol la carne picada con los huevos y el pan rallado, amasamos bien. Si vemos que la masa está pegajosa le añadimos un poco más de pan rallado.
- Con las manos vamos cogiendo trocitos de la masa y vamos formando las bolitas. Las dejamos reposar en un recipiente, o bandeja, con papel de cocina en la base (para que no se queden pegadas) y cuando acabemos con una tanda volvemos a poner papel de cocina encima y seguimos poniendo bolitas en la capa superior.
Cuando hayamos terminado con todas las bolitas, tapamos con un papel film y las metemos en la nevera por unas horas (yo las he dejado un día entero) para que se impregnen bien los sabores.
- Cuando las vayamos a cocinar, primero freímos las albóndigas en una sartén con un poco de aceite de oliva, hasta que queden doraditas.
- En una olla exprés metemos las verduras troceadas (3 cebollas y 6 zanahorias) y las freímos con aceite de oliva hasta que estén blanditas. Le añadimos el vino blanco y esperamos a que reduzca unos 5 minutos.
- Cuando las verduras ya estén en su punto las retiramos y las trituramos con la batidora.
- Vertemos el líquido en la olla e introducimos las albóndigas, el agua, los guisantes, las 2 zanahorias que nos quedaban (cortadas en rodajas) y las especias.
- Cuando el líquido haya llegado a ebullición, cerramos la olla exprés y dejamos que se cocinen por unos 15 minutos. Ya las tienes lista.
No es una receta rápida porque hemos hecho las albóndigas nosotros mismos y eso lleva su tiempo, pero realmente merece la pena porque estás seguro de que la carne es fiable 100% y además las especias para albóndigas le dan un sabor espectacular. Palabras literales de mi madre “son de las mejores albóndigas que he probado en mi vida”, y eso, para mi, vale más que cualquier otra opinión…
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Helado casero de lo que tenía en la despensa
Antes de contarte como lo hemos hecho, deja que me desabroche el botón del pantalón. Allá voy:
Nunca habíamos preparado helado casero, pero ahora que sabemos cómo se hace no pienso comprarlo nunca más preparado. Es muy fácil y puedes hacerlo de lo que más te guste y tengas en la despensa.
¿Qué necesitas?
Para 1/2 litro de helado:
- 250 ml de nata de repostería (es igual que la de cocinar pero tiene más materia grasa).
- 250 ml de leche.
- 4 yemas de huevo.
- 150 gramos de azúcar.
- Trozos de galletas, nueces y chocolate.
- Especias: canela en rama y una pizca de nuez moscada.
¿Cómo se hace?
- Viertes la leche, la nata, la ramita de canela y la nuez moscada en un cazo y lo pones a calentar a fuego medio-bajo. Estar atentos y retirarlo del fuego justo antes de su ebullición.
- En un recipiente mezclas las yemas de huevo con el azúcar y remueves con unas varillas hasta conseguir una pasta.
- Cuando hayas retirado el cazo del fuego, le retiras la ramita de canela y a continuación mezclas todo lo demás y lo pones a fuego muy bajo.
- Sin dejar de remover esperas a que se espese y cuando ya tenga consistencia de crema lo dejas que se enfríe y lo metes en un recipiente para guardarlo en el congelador. ¡Listo!
Si te gusta mucho el sabor de la nata puedes usar 500 ml de nata en vez de 250 y prescindir de la leche.
Otro helado que también hemos preparado y que está buenísimo es helado de anís, para el cual hemos usado los mismos ingredientes que éste para hacer la nata pero le hemos añadido 50 gramos de semillas de anís en vez de todo lo demás. Y no se retiran en ningún momento, al final quedan blanditas y no son desagradables al tacto.
También se puede hacer de vainilla, usando 2 vainas de vainilla o azúcar vainillado.
O con sabor a galletas napolitanas, con nuestras especias para speculoos…
¿Se te ocurre alguno más? Pues no me lo cuentes que se me está haciendo la boca agua.
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