Esta ensalada la probé en un restaurante Japonés y me parecía imposible que me gustara tanto sólo llevando pepino, que está bueno, pero no se me hubiera ocurrido a mí hacer una ensalada sólo con ellos. Pues está muy buena, si, y las semillas de sésamo tostaditas me recuerdan a una mezcla entre pipas y palomitas, así muy crujientes y cálidas que contrastan con el frescor veraniego del pepino. Pruébala, te encantará.
¿Qué necesitamos?
- 3 pepinos pequeños o 2 grandes.
- 2 cucharadas de aceite de sésamo.
- 2 cucharadas de vinagre de arroz.
- 1/2 cucharadita de azúcar.
- 1 cucharada de sal.
- Especias: 2 cucharadas de sésamo blanco y 1/4 de cucharadita de pimienta negra recién molida.
¿Cómo se hace?
- Pelamos los pepinos, le quitamos las semillas del interior y los cortamos longitudinalmente en tiras muy finas.
Le añadimos sal y los dejamos que escurran todo el agua durante una hora.
Tostamos las semillas de sésamo en una sartén (sin nada de grasa) hasta que cojan un tono dorado.
- Hacemos una vinagreta con el sésamo, el vinagre, el aceite, el azúcar y la pimienta. Mezclamos bien y reservamos.
- Cuando haya pasado la hora pasamos las tiras de pepino por agua fría y luego las dejamos reposar en papel absorbente.
- Antes de servirla embadurnamos el pepino en la vinagreta y ¡a comer!
El aceite de sésamo le acentúa el sabor a las semillas y el vinagre de arroz es muy suavito y rico. Yo no he probado esta ensalada con aceite de oliva y vinagre normal pero seguro que también está buenísima, así que si no tienes estos ingredientes asiáticos no pasa nada y prueba con los que tengas a mano, seguro que estará genial también.