Hoy te traigo estas espinacas que están de muerte. Un plato típico y con un gran valor nutricional. ¡Te enseño cómo se hacen!
Si el aspecto de las espinacas cocinadas con esta receta se correspondieran con el sabor que tienen, sería la comida favorita de los niños, seguro. Mira que son feas, pero que ricas. Por aquí por Sevilla se cocinan mucho y es una tapa casi segura en todas las cartas de los bares. La preparación es muy similar en todos sitios y es con una base de ajo y pan majado, pero como yo no puedo comer el ajo he usado cebolla, que varía el sabor pero lo hace un plato más digerible. Os cuento cómo las he hecho:
- 4 rebanadas de pan
- 1 paquete de espinacas (yo he usado las congeladas)
- aceite de oliva
- 1 cucharada de vinagre
- 3 cucharadas de garbanzos de bote
- 1 cebolla
- 3cp de especias reunidas molidas
- 1cp de pimentón ahumado dulce
- pimienta negra recién molida
- 1cp de comino molido
- sal
Primero freímos las rebanadas de pan en aceite de oliva. Una vez tostadas las apartamos a un plato con papel absorbente.
Picamos muy finamente la cebolla y la freímos en el mismo aceite.
Cuando esté doradita la introducimos en un mortero y le agregamos una de las rebanadas picada, el pimentón, el comino, la pimienta negra y el vinagre. Lo machacamos todo y lo volvemos a echar en la sartén.
Añadimos las espinacas (que ya estarán descongeladas porque las hemos dejado a temperatura ambiente unas horas), las especias reunidas, la sal y removemos durante unos minutos.
Agregamos un vaso de agua y bajamos la temperatura a la mitad. Le añadimos los garbanzos y tapamos la sartén. Dejaremos que se cocine durante unos 15 minutos a fuego medio.
Cuando el caldo se haya consumido ya las tienes listas. Las rebanadas de pan son para acompañarlas en el plato.
Prueba esta forma de preparar las espinacas, te van a encantar. Y si te gusta que quede más picante le puedes añadir una cayena al sofrito, aunque las especias reunidas ya la llevan incluida, pero en pequeña cantidad.
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