Esta enchilada mexicana la he hecho más suave para que podamos comerla toda la familia, y aparte he hecho una salsa más cañera para los adultos para aportarle el picor tan típico mexicano.
Está espectacular, es la mejor enchilada mexicana que he probado en mi vida y eso que he ido a bastantes mexicanos por tratarse de una de mis comidas favoritas… La receta es nuestra, ya que he hecho tantas veces enchiladas y de formas tan distintas, que al final me he quedado con esta manera de hacerla, que para mi gusto ha sido la más exitosa. Os cuento cómo se hace:
Los ingredientes que necesitas son:
- 500 g de pechugas de pollo
- 4 tortillas de trigo mexicanas
- 1 brick de tomate frito
- 1 cebolla
- quesos: 1 trozo de unos 7 cms de emmental y otro especial para gratinar (rallado)
- aceite de oliva
- 1cp de sazonador de fajitas
- 1 cucharada de orégano
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 hojita de laurel o 1/2cp de laurel molido
- pimienta negra recién molida
- sal
- 1 chile ancho seco
Ponemos a cocer en la olla exprés las pechugas de pollo (cortadas previamente en trozos) junto con la cebolla pelada, el laurel, sal y un chorreoncito de aceite. Estará lista en unos 15 o 20 minutos.
Desmenuzamos el pollo y lo ponemos en un cazo junto al queso emmental cortado en daditos. Lo ponemos a fuego medio y esperamos a que se funda el queso. Este será el relleno de las enchiladas, lo apartamos y vamos preparando la salsa.
Echamos en una sartén el brick de tomate frito junto con la cebolla, el chile ancho hidratado y limpio y las especias. Removemos bien y probamos. Rectificamos de sal si fuera necesario. A continuación lo trituramos todo y después lo vertemos sobre la sartén nuevamente.
Embadurnamos las tortillas de trigo en la salsa y a continuación la rellenamos de la carne con el queso y la enrollamos. Hacemos lo mismo con las otras tres. Cuando tengamos las 4 tortillas rellenas le vertemos por encima la salsa sobrante y a continuación echamos el queso especial para gratinar. Si tenemos nata para cocinar podríamos añadirla antes del queso. Le dará una textura suave y súper jugosa, pero yo no tenía y me salté ese paso.
Metemos la enchilada en el horno unos minutos, a unos 200º, para gratinarla y ya la tienes lista.
En mi caso hice dos salsas iguales, pero una con el chile y otra sin él. Las tortillas las embadurné en la salsa sin el chile y la otra la puse de acompañamiento para mojar, porque pensé que el chile iba a ser muy picante, pero resultó ser un chile muy suave y súper bueno, con un toque ahumado que nunca había probado y te deja un gustito en la boca que te llena. ¿Sabes esa sensación de cuando pruebas algo para saber si está bien de sal y te acabas metiendo la cuchara entera en la boca porque te encanta? Pues eso me pasó. Realmente la recomiendo a todo el mundo, ha sido un gran descubrimiento para mí. Y las especias que he usado en la salsa de tomate le quedan perfectas, ni más ni menos. Y sin ajo, para que no se repita.
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