Aquí os dejo mi forma favorita (y la de mi familia) de preparar el cuscús de verduras. ¡Sigue leyendo!
Sé que no es la forma original ni auténtica de preparar el cuscús marroquí (esa receta la tengo publicada en reels anteriores, y es cociendo la verdura y los garbanzos en vez de sofriéndolos), pero es como más nos gusta. De hecho, es la mejor receta que he hecho y la que más triunfa siempre. Te recomiendo que la hagas, ¡¡estoy segura de que te va a encantar!!
Es importante cocinar las verduras de forma independiente, como veremos más adelante, ya que cada una tiene su punto de cocción adecuado y esto marca la diferencia.
Lo que más me gusta de esta receta es que en un solo plato se combinan todos los sabores y hace que sea súper completo y sabroso. Si te fijas apenas usé sal, pero no se echó en falta.
Ahora sí, vamos con la receta. ¡No te asustes por la cantidad de ingredientes! Verás que la mayoría los tienes ya en tu cocina. Los ingredientes que vamos a utilizar son:
Para la salsa harissa:
- 1cs de pétalos de rosa molidos
- 1cs de nuestra mezcla de especias harissa
- aceite de oliva
- el zumo de medio limón
- agua
- una pizca de sal negra del Himalaya
Para el cuscús de verduras:
- 1 cebolla
- 1 puerro
- calabaza
- 1 calabacín
- unas setas
- ciruelas
- albaricoques
- higos
- anacardos
- piñones
- sémola de trigo
- 1cs de nuestra mezcla ras el hanout
- un pizca de sal negra del Himalaya
Empezamos por preparar la salsa harissa. Primero molemos los pétalos de rosa, vamos a utilizar una cucharada de ellos ya en polvo. Les añadimos otra cucharada de harissa y mezclamos con un chorrito de aceite de oliva, el zumo de medio limón, un chorrito de agua y un poquito de sal negra del Himalaya. Removemos bien y reservamos.
Pasamos a cocinar todas las verduras en la sartén con aceite de oliva, pero lo haremos una por una. Primero la cebolla y el puerro. Retiramos y pasamos a la calabaza, que hay que añadirle un poco de agua. Seguimos con un calabacín y terminamos con las setas, de las que he utilizado los tallos que reservé de la receta anterior.
Vamos a añadir un poco de dulzor a la receta con ciruelas, albaricoques e higos. Primero los salteamos un poco en aceite de oliva, después añadimos un poco de agua y removemos hasta que se forme una mermelada. Retiramos e incorporamos a la verdura que ya tenemos cocinada.
Para el toque crujiente vamos a utilizar frutos secos. Nosotros hemos elegido anacardos y piñones, pero pueden ser nueces, almendras, pistachos… Primero los tostamos un poco en la sartén con un poco de aceite de oliva y los añadimos al resto de ingredientes.
Por último, vamos a hidratar la sémola de trigo. Ponemos el agua a la olla con una cucharada de las especias ras el hanout, una pizca de sal negra del Himalaya y un chorrito de aceite. Encendemos el fuego y cuando esté caliente añadimos un vaso de la sémola de trigo, tapamos y dejamos reposar. Una vez listo lo integramos con las verduras, las frutas y los frutos secos, y ponemos un poco más de la mezcla ras el hanout para condimentarlo bien.
A la hora de servir ponemos por encimas unas aceitunas negras deshidratadas y la salsa harissa que habíamos preparado al principio al gusto. ¡Listo!
¿Qué te parece? ¿Te animas a preparar esta receta en casa? ¡Cuéntanoslo en comentarios y por Instagram! ❤️
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