Alcanforado / Dulce / Cálido
También conocida como matalahúva, matalahuga, anís verde o hierba dulce, el nombre científico de esta hierba es pimpinella anisum.
El anís es el fruto de la planta del mismo nombre de unos 60 cm de altura, originaria del Mediterráneo oriental, Egipto y Oriente Próximo. Su tamaño es muy pequeño y su color es marrón verdoso. Los árabes lo trajeron a la península, y más tarde los españoles lo introdujimos en América.
Es una especia dulce puesto que su compuesto aromático principal (entre el 70% y el 90%) es, al igual que el hinojo o el anís estrellado, el anetol. El anetol se distingue por su característico e intenso aroma a anís y regaliz. Puede ser hasta 13 veces más dulce que el azúcar y, como además estimula los receptores del sabor dulce de las papilas gustativas, hace que se aprecie el sabor dulce del resto de alimentos de forma más intensa.
El anetol, al igual que la mayoría de compuestos aromáticos, no se disuelve en agua, sino en alcohol y aceite, con lo que para liberar el aroma de la especia es necesario cocinarlas en esos disolventes.
Otro de los compuestos aromáticos principales del anís es el alcohol anisílico, que solo podemos encontrarlo en esta especia. Junto a los dos ya mencionados, el anís también contiene: anisaldehído, estragol, limoneno, mirceno y pineno.
Según estos compuestos aromáticos, podemos combianarla con las siguientes especias:
4 compuestos aromáticos en común | hinojo (anetol, estragol, limoneno y pineno) |
3 compuestos aromáticos en común | enebro, hojas de curry, pimienta negra |
2 compuestos aromáticos en común | regaliz, alcaravea, cilantro, neguilla, cardamomo negro, pimienta de Sichuan, pimienta de Jamaica, comino |
1 compuesto aromático en común | anís estrellado, vainilla, eneldo, cardamomo, ajo, guindilla, amapola, semillas de apio, canela, hierba limón, nuez moscada, macis, laurel, zumaque, mostaza, azafrán |
El anís se utiliza sobre todo en confitería y en licores (casi todos los países europeos tienen su propio licor de anís), aunque también podemos encontrarlo en platos salados, especialmente en la cocina asiática.
El sabor de las semillas de anís es muy intenso y penetrante, con lo que hay que usar poca cantidad para que no enmascare el resto de los ingredientes de una receta.
Algunos de los usos del anís en la cocina son:
- Añadir un poco de anís en polvo a la salsa francesa rémoulade (remolada) para aderezar el apio nabo.
- Prepara un delicioso curry de patatas y guisantes sofriendo una cebolla con semillas de anís, mostaza marrón y hojas de curry.
- Añade una cucharadita pequeña de anís a una sopa de pescado tal y como lo hacen en Francia con la sopa bullabesa. También lo hacen en la India, añadiendo además coco.
- Echa un pizca de anís a las sopas de verduras, pastel de pollo y marisco.
- Condimenta una bandeja de quesos con una pizca de anís.
- Cuece las zanahorias con un poco de azúcar, mantequilla, anís molido, sal y pimienta.
- Freír las semillas de anís en aceite y verter sobre un plato de lentejas dal, al estilo hindú.
- Añade semillas de anís (previamente tostadas) a la carne de unas albóndigas de cerdo.
- Equilibra las salsas hechas con los jugos de la carne con un poco de anís.
- Combina bien con las frutas: limón, manzana y plátano.
- Usa las semillas de anís para aromatizar el vino, al igual que lo hacían antiguamente los romanos en su bebida ‘conditum’.
- Aromatiza tus pasteles, galletas o tortas con anís, tal y como lo hacemos en Sevilla para preparar las famosas tortas de Inés rosales o de nuestro pueblo, las tortas de Alcalá. Esta tradición de añadir anís a la masa del pan ya se hacía en la antigua Roma, que preparaban una especie de tortas dulces llamadas ‘mustaceum’, elaboradas con harina y semillas de anís, que se servían en banquetes especiales al final de las comidas (para facilitar la digestión) y se piensa que fue el origen del actual pastel de bodas.
- Preparar un azúcar glass aromatizado mezclando las semillas de anís trituradas con 10 partes de azúcar.
- También, el anís es uno de los ingredientes fundamentales de los pestiños, puedes ver nuestra receta aquí, que son los dulces típicos andaluces que se preparan durante la Semana Santa. La moda de añadir semillas de anís al pan comenzó en Europa en el año 1700 para celebrar la Pascua y se sigue haciendo desde la época.
- Usa las semillas de anís al cocer las castañas o dar sabor a los bombones.
El anís, además de por su sabor, es muy consumido por sus grandes propiedades terapéuticas que son beneficiosas para nuestro organismo.
Es la especia digestiva y carminativa por excelencia: mejora las disgestiones, reduce las flatulencias derivadas y alivia el estreñimiento. Esto es muy importante, por ejemplo, para ayudar a aliviar los cólicos del lactante. Pueden tomarlo preparado en infusión, añadido a las comidas o transferido a través de la leche materna, la acción anticólica del anís se debe por un lado a que reduce los gases intestinales y por lo tanto el dolor que producen, y por otro, a las propiedades calmantes del intestino del anetol, que reduce los espasmos.
Esta acción calmante del anetol se produce en el sistema nervioso parasimpático al completo, que es el encargado de las funciones involuntarias de nuestro cuerpo. Así, igual que relaja los músculos del tracto digestivo, también relaja los músculos respitarios y con ello los espamos bronquiales. Esto puede ayudar a aliviar a las personas con problemas asmáticos.
Además, el anetol es un fitoestrógeno (estrógeno natural de origen vegetal), por lo que ayuda a regular el ciclo menstrual, e incluso se considera un estimulante sexual.
El anís también es galactógogo o galactógeno, lo que quiere decir que aumenta la secreción de leche y además le aporta un sabor dulzón muy agradable para los bebés sin tener efectos secundarios en ellos.
Los caramelos de anís son tan utilizados porque otro de los beneficios más importantes de esta especias es su acción expectorante, a la vez que mejora el aliento. Y también es muy empleado para mejorar el sabor de las infusiones, lo que puede ser muy útil si debemos tomar una infusión con un ingrediente que tenga un sabor que nos resulte desagradable.
En estudios con animales se ha comprobado que el extracto de anís inhibe por completo la formación de úlceras.
El aceite esencial de anís es antiséptico y bactericida, y se solía emplear para combatir piojos y la sarna.
Ya en las culturas antiguas se le daban diversos usos al anís. Por ejemplo, en el antiguo Egipto se usaban las semillas para tratar las mordeduras de serpientes, y en la cultura maya se utilizaba como ofrenda a los dioses.
👍 Recomendación: tomar siempre las especias con moderación, al igual que todos los alimentos. En la dosis está el remedio, pero también el veneno. Ante cualquier duda, consultar con vuestro médico.
¿Conocías todas estas propiedades del anís? ¿Sabías que se debe a este compuesto? ¡Cuéntanoslo en comentarios y por Instagram! ❤️
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