Las navajas son un aperitivo muy fresco, sano y sabroso, que si además las preparamos a la plancha con una salsita de cebolla, limón, perejil y pimienta, nos queda además un plato muy ligero, perfecto para esta época en la que estamos todos casi contando las calorías. Continue Reading
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Queso camembert frito a las finas hierbas
Esta es una de las tapas míticas que siempre pedimos en los bares y hoy quería prepararla en casa pero dándole un toque diferente aplicando alguna de nuestras especias que sabemos que con el queso y los empanados combinan súper bien: las hierbas aromáticas. Continue Reading
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Pestiños andaluces
Ya van apeteciendo ¿o no? Reconozco que es un dulce que me encanta pero menos mal que se prepara una vez al año, porque no cabría por la puerta si tuviera esto a mi alcance durante el resto de los días. Continue Reading
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Pan de semillas
Hacer pan no es fácil, pero es chulo. Comer pan casero es una de las sensaciones más satisfactorias para alguien que le gusta hacer las cosas por sí mismo. Continue Reading
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Mermelada de limón y especias
Tengo en casa un saco con unos 5 kg de limones (del limonero de mi madre) y tengo que darles utilidad, así que he preparado una mermelada de limón para empezar. Es un tipo de mermelada que además no encuentras en los supermercados y no entiendo por qué si está buenísima. La diferencia con otras mermeladas es que hay que añadirle más azúcar de lo normal porque el limón es muy ácido y se tiene que equilibrar, pero por lo demás igual. Le he añadido además un conjunto de especias dulces para darle sabor y hacerla más especial. Os cuento cómo lo he hecho:
¿Qué necesitamos?
- 500 g de limones pelados (limpios de lo blanco y las semillas).
- 500 g de azúcar.
- La ralladura de un limón.
- Especias: 1 trocito pequeño de canela, ½ cucharadita de jengibre en polvo, una pizca de nuez moscada, las semillas de 2 vainas de cardamomo y 1 clavo.
¿Cómo se hace?
Yo he usado la thermomix pero se puede hacer de forma tradicional y es muy fácil también.
- Lo metemos todo dentro de la thermomix y programamos 45 minutos ,100 grados, velocidad 2. Con el cubilete quitado para que se evapore el agua.
- Dejamos que se enfríe un poco y después trituramos 1 minuto a velocidad 5. Ya está.
- De forma tradicional serían también 45 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se pegue, y después triturar con la batidora.
Si la mermelada te parece ácida le puedes añadir más azúcar, o si la prefieres más fuerte le puedes añadir más ralladura de limón.
Yo usé canela en rama porque me gusta ver los trocitos, pero si prefieres una mermelada más fina la puedes echar directamente canela en polvo.
¡El que no hace mermelada casera es porque no sabe lo fácil que es!
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Canelones de york y queso azul
Con las láminas que me sobraron de la lasaña de carne del puchero improvisé unos canelones, que para serte sincera me gustaron más que la receta para la que los preparé, pero la cocina es así, te piensas que las cosas más elaboradas van a tener un resultado mejor y no tiene por qué. A mi es que el queso azul me encanta y a cualquier plato que lo añada acaba gustándome porque tiene tanta personalidad que invade a todo lo que acompañe.
¿Como se hace?
La preparación es muy sencilla:
- Cocemos la pasta para canelones, con las indicaciones del fabricante.
Machacamos con un tenedor un trozo de queso azul con un poco de queso especial para untar y un poco de orégano (para suavizar el sabor fuerte del queso) y lo usamos como relleno de una loncha de jamon york, enrollada como un canutillo, al igual que la pasta para canelones, que lo envolverá todo después.
- Para terminar rallamos queso por encima, lo gratinamos unos minutos en el horno, y listo.
Una comida rápida y buenísima, de las que te quedas con ganas de más.
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Lasaña de carne del puchero
Siempre que hago caldo del puchero preparo croquetas con la carne que me sobra o sándwich de pollo, pero hoy he querido aprovecharlo de manera diferente preparando esta lasaña. La elaboración de la masa es prácticamente igual que el de las croquetas del puchero pero lo único que varia es el uso de la pasta especial para lasañas en vez del rebosado típico de las croquetas, pero saben igual de ricas las dos y es otra manera diferente de preparar lasaña. Te cuento cómo lo he hecho:
¿Qué necesitamos?
- La carne desmenuzada del puchero (pollo, cerdo y ternera).
- El caldo de pollo (1 litro aproximadamente).
- Harina de trigo.
- 2 cucharadas de mantequilla.
- 1 cebolla.
- Especias: nuez moscada y pimienta negra recién molida.
¿Cómo se hace?
- Sofreímos una cebolla, cortada en trozos muy pequeñitos, en un poco de aceite de oliva.
- Cuando esté transparente añadimos la carne desmenuzada, sal pimentamos (muy poca sal porque el caldo del puchero ya es salado) y removemos.
- Cuando haya cogido un poco de color apartamos del fuego y reservamos.
En otra sartén calentamos la mantequilla y le añadimos la harina para cocinarla un poco.
- Cuando se haya formado un pasta la apartamos del fuego y esperamos un poco a que se enfríe. A continuación le añadimos el caldo de pollo y removemos. Al hacerlo en frío será mas difícil que nos queden grumos.
Cuando lo tengamos todo bien mezclado le añadimos el sofrito con la carne y la nuez moscada. Removemos y apartamos.
- Por último cocemos la pasta de la lasaña (tal como nos dice la indicación del fabricante) y la dejamos reposar unos segundos.
Untamos con mantequilla el recipiente del horno (para que no se pegue) y vamos montando las capas de pasta y masa hasta terminar con alguna de las dos (a mi me sobraron algunas láminas de lasaña y preparé con ellos unos canelones buenísimos).
Para terminar rallamos queso (yo he usado emmental) y lo espolvoreamos por encima y a gratinar unos minutos al horno para que quede doradito y en su punto.
Aquí tienes una idea más para aprovechar los restos del cocido, o podrías preparar canelones también.
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Lomo relleno al horno
Si aún no te has decido por qué plato preparar para estas fiestas te animo a hacer este lomo relleno. Es un poco más laborioso que la carne mechada, pero una vez que lo terminas y lo comes te das cuenta que ha merecido la pena el esfuerzo. Es un plato típico de Navidad y de esas recetas que todos te felicitan cuando lo prueban.
El relleno lo puedes hacer de lo que más te guste pero la combinación que he usado la he probado alguna vez y es de las que más me han gustado. La salsa es la básica de cebolla y zanahoria, pero con la potencia del sabor de varias especias especiales para carnes. Te cuento cómo se hace:
¿Qué necesitamos?
- 1,5 kg de cinta de lomo de cerdo.
- Para el relleno: jamón en lonchas, 3 huevos, dátiles sin hueso y almendras.
- Para la salsa: 2 cebollas grandes y 2 zanahorias.
- Harina de trigo.
- 1 limón.
- Aceite de oliva.
- Un chorreón de vino blanco.
- 1 vaso de agua.
- Especias: condimento para ternera, unas bayas de enebro, 2 clavos, 2 hojas de laurel, una pizca de nuez moscada, pimienta negra recién molida y 1 cucharada de preparado para caldo de pollo.
¿Cómo se hace?
- Pedimos al carnicero que nos abra la carne en una lámina para poder rellenarla.
- Si no nos la han limpiado de la grasa le quitamos el exceso (al menos yo lo hago porque me gusta la carne más bien sequita).
Le agregamos el zumo del limón, le espolvoreamos el condimento para ternera (que lleva las especias molidas perejil, pimienta, ajo y nuez moscada), le añadimos sal y lo enrollamos en papel film. Lo dejamos macerando en el frigorífico una media hora.
- Ponemos a cocer los 3 huevos.
Cortamos las cebollas y zanahorias y las sofreímos en aceite de oliva. Cuando estén blanditas le añadimos las especias (laurel, enebro, clavos, nuez moscada, pimienta y sal) y cuando hayan cogido color le agregamos el vino blanco.
- Esperamos a que reduzca el alcohol y a continuación diluimos la cucharada de caldo de pollo en un vaso de agua y se lo agregamos al sofrito.
- Raspamos bien el fondo de la sartén para que se libere todo el sabor y a continuación lo vertemos todo en el recipiente del horno dónde vayamos a cocinar la carne.
- Precalentamos el horno a 200 grados.
Sacamos la carne del frigorífico y ponemos la cara fea de la carne (la que tiene la grasa) hacia arriba y vamos poniendo encima los ingredientes del relleno: jamón, almendras picaditas, dátiles cortados en láminas finas y los huevos cocidos y laminados también.
- Enrollamos la carne en forma de rulo y la metemos en el congelador un rato para que se endurezca y sea más fácil ponerle la malla. A mí me la han dado en la carnicería, pero también podría valer una cuerda (válida para la alimentación).
Una vez que se haya endurecido la carne le ponemos la malla y la enharinamos un poco para proceder a sellarla por todos lados en la sartén a fuego fuerte. Cuando la tengamos doradita la ponemos en la bandeja y la regamos con el líquido que teníamos del sofrito.
- Metemos la bandeja en el horno y programamos 1 hora y media a 200 grados y con ventilador.
Cada media hora más o menos abrimos y regamos la carne con el jugo. También le damos la vuelta dos o tres veces para que esté bien cocinada por todos lados.
- Cuando esté la carne preparada sacamos la bandeja del horno y trituramos las verduras. Ya tenemos lista la salsa.
- La carne la metemos en el frigorífico (si es por un día mejor) y ésto ayudará a que se endurezca para poder cortarla en finas lonchas.
Cuando vayamos a comerla le quitamos la malla y le damos un toque de calor en la sartén por todos lados, o también podemos comérnosla fría ya que está buena de todas las maneras. Y si aún no te has decidido ¡pruébalo! y luego me cuentas.
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Alitas de pollo adobadas
El adobo que he usado para estas alitas es el típico que usamos en Andalucía para aliñar el cazón en adobo. Es una mezcla de especias que caza muy bien tanto con el pescado como con la carne y siempre le gusta mucho a todo el mundo. Y aunque las alitas no son mi parte favorita del pollo, de esta forma quedan súper sabrosas, así tan doraditas que al morderlas crujen y te pones todas las manos pringadas de la salsita, ay qué cosa más rica.
¿Qué necesitamos?
- 1 kilo de alitas de pollo.
- Aceite de oliva.
- El zumo de 2 limones (o vinagre).
- Agua.
- Especias: 2 cucharadas de pimentón dulce, 1 cucharada de orégano, 1 cucharadita de comino molido, ½ cucharadita de pimienta blanca molida y sal. También le puedes añadir para que quede perfecto: cebolla molida, cayena molida y ajo en polvo.
- O si lo prefieres puedes usar 30 gramos de nuestro preparado ya hecho “adobo para carne“.
¿Cómo se hace?
- Preparamos el adobo en un bol mezclando todos los ingredientes y remueves para que se diluyan bien las especias.
- Lo vertemos por encima del pollo y añadimos agua hasta casi cubrirlo.
- Dejamos macerando en el frigorífico unas horas. El recipiente si está cerrado es mucho mejor.
Cuando lo vayamos a preparar precalentamos el horno a 200 grados y dejamos que se cocinen las alitas hasta verlas tostadas prácticamente. La gracia de comer alitas es precisamente esa, que estén tan crujientes que crujan al morderlas.
- Si quieres que te queden jugosas, añade a la bandeja también el líquido del adobo.
Como guarnición he preparado un arroz basmati con semillas de anís. Siempre lo preparo con semillas de comino porque es como más me gusta, pero hoy se me antojó prepararlo así para variar.
Si el arroz lo bañas con un poco de la salsa está que te mueres y para mi gusto es el acompañamiento perfecto para este plato.
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Salmón a la naranja
La salsa de naranja es un clásico y para mi gusto le pega a cualquier carne, pero sobre todo al pescado. Como el salmón es un pez muy graso le viene ideal un tipo de salsa así cítrica para que refresque y lo haga más digerible. La salsa es muy sencilla de hacer y requiere de pocos ingredientes en su elaboración. Si tienes salmón te animo a que pruebes a hacerla, seguro que te gustará. Te cuento cómo se hace:
¿Qué necesitamos?
- Lomos de salmón.
- 1 cebolleta o cebolla grande.
- 1 naranja (el zumo y la ralladura).
- Aceite de oliva.
- 2 vasos de agua.
- Especias: 1 cucharadita de cebollino, pimienta negra recién molida y sal.
¿Cómo se hace?
Una vez que tengamos los lomos de salmón limpios de grasa y espinas los salpimentamos y los doramos unos segundos en una sartén con un poco de aceite de oliva para sellarlos. Sólo vuelta y vuelta. Esto hará que en la cocción no pierda su jugo y quede súper tierno. Después los reservamos.
- Picamos la cebolla en trozos muy pequeños y la sofreímos en la misma sartén que hemos sellado el salmón. Añadimos el cebollino.
- Cuando esté blandita la cebolla le añadimos el zumo de la naranja y raspamos el fondo de la sartén para que se libere todo el sabor del jugo del salmón y la cebolla. Cuando reduzca el zumo le añadimos el agua y los lomos de salmón.
- Tapamos la sartén y dejamos que se cueza unos 5 minutos. Quitamos la tapa y dejamos que se evapore parte del líquido.
- Cuando vayamos a emplatar le añadimos al salmón la ralladura de la naranja por encima y ¡mojar pan!
Nunca había probado antes el salmón cocinado de esta forma y la verdad es que le viene súper bien. El cebollino es perfecto también en esta preparación y si tienes un poco de cilantro molido (o culantro) le quedaría de escándalo, porque su sabor recuerda precisamente a la naranja amarga y acentuará su sabor.
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