Si aún no te has decido por qué plato preparar para estas fiestas te animo a hacer este lomo relleno al horno. ¡Está de muerte!
Este lomo relleno al horno es un poco más laborioso que la carne mechada, pero una vez que lo terminas y lo comes te das cuenta que ha merecido la pena el esfuerzo. Es un plato típico de Navidad y de esas recetas que todos te felicitan cuando lo prueban.
El relleno lo puedes hacer de lo que más te guste pero la combinación que he usado la he probado alguna vez y es de las que más me han gustado. Te cuento cómo se hace:
- 1,5 kg de cinta de lomo de cerdo
- para el relleno: jamón en lonchas, 3 huevos, dátiles sin hueso y almendras
- para la salsa: 2 cebollas grandes y 2 zanahorias
- harina de trigo
- 1 limón
- aceite de oliva
- un chorreón de vino blanco
- 1 vaso de agua
- chimichurri argentino
- unas bayas de enebro
- 2 clavos de olor
- 2 hojas de laurel
- una pizca de nuez moscada
- pimienta negra recién molida
- 1cs de preparado para caldo de pollo
Pedimos al carnicero que nos abra la carne en una lámina para poder rellenarla.
Si no nos la han limpiado de la grasa le quitamos el exceso (a mí me gusta la carne sequita).
Le agregamos el zumo del limón, le espolvoreamos el chimichurri argentino, le añadimos sal y lo enrollamos en papel film. Lo dejamos macerando en el frigorífico una media hora.
Ponemos a cocer los 3 huevos.
Cortamos las cebollas y zanahorias y las sofreímos en aceite de oliva. Cuando estén blanditas le añadimos las especias (laurel, enebro, clavos, nuez moscada, pimienta y sal) y cuando hayan cogido color le agregamos el vino blanco.
Esperamos a que reduzca el alcohol y a continuación diluimos la cucharada de caldo de pollo en un vaso de agua y se lo agregamos al sofrito.
Raspamos bien el fondo de la sartén para que se libere todo el sabor y a continuación lo vertemos todo en el recipiente del horno dónde vayamos a cocinar la carne.
Precalentamos el horno a 200 grados.
Sacamos la carne del frigorífico y ponemos la cara fea de la carne (la que tiene la grasa) hacia arriba y vamos poniendo encima los ingredientes del relleno: jamón, almendras picaditas, dátiles cortados en láminas finas y los huevos cocidos y laminados también.
Enrollamos la carne en forma de rulo y la metemos en el congelador un rato para que se endurezca y sea más fácil ponerle la malla. A mí me la han dado en la carnicería, pero también podría valer una cuerda (válida para la alimentación).
Una vez que se haya endurecido la carne le ponemos la malla y la enharinamos un poco para proceder a sellarla por todos lados en la sartén a fuego fuerte. Cuando la tengamos doradita la ponemos en la bandeja y la regamos con el líquido que teníamos del sofrito.
Metemos la bandeja en el horno y programamos 1 hora y media a 200 grados y con ventilador.
Cada media hora más o menos abrimos y regamos la carne con el jugo. También le damos la vuelta dos o tres veces para que esté bien cocinada por todos lados.
Cuando esté la carne preparada sacamos la bandeja del horno y trituramos las verduras. Ya tenemos lista la salsa.
La carne la metemos en el frigorífico (si es por un día mejor) y ésto ayudará a que se endurezca para poder cortarla en finas lonchas.
Cuando vayamos a comerla le quitamos la malla y le damos un toque de calor en la sartén por todos lados, o también podemos comérnosla fría ya que está buena de todas las maneras. Y si aún no te has decidido ¡pruébalo! y luego me cuentas.
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